La Fundación Savia considera imprescindible que se considere la alimentación como un proceso integral y transversal que empieza mucho antes que la comida se encuentre en la despensa o en el plato. Es necesario así, comenzar por considerar el propio modelo de producción. Una apuesta clara por un modelo de producción sostenible, que permita producir y abastecernos de alimentos fresco y saludables, de cercanía, de temporada, es crucial. Apostar por conservar la tradición culinaria y los hábitos sanos aprendidos de nuestros mayores es fundamental. El modelo de producción ecológico es el que ofrece respuesta a estas preguntas. Ahí empieza la alimentación saludable.
Es así una cuestión transversal que abarca distintos ámbitos de actuación política en los que, en opinión de la fundación Savia, las políticas preventivas deben primar sobre las paliativas. Invirtiendo recursos públicos en hábitos de alimentación saludable a priori, mejor que gastar, a posteriori, en medidas paliativas en el sistema sanitario.
La propia administración tiene que jugar un papel fundamental, siendo ejemplo a seguir por los consumidores. Incorporando los menús ecológicos, de cercanía y de temporada a comedores escolares, hospitales, centros de trabajo públicos, centros de mayores, etc etc. Predicar con el ejemplo es una cuestión de voluntad política, no de presupuesto.