En el territorio andaluz la política forestal adquiere una importancia superlativa. Dada su situación geográfica, su clima, su orografia, su valiosisímo patrimonio natural y la importancia de las masas forestales para una adecuada gestión del territorio,resulta prioritario prestar máxima atención a nuestros montes y bosques.
Perseguimos los objetivos de regeneración forestal y ecológica del campo andaluz y el fomento del empleo basado en un aprovechamiento sostenible de los recursos naturales.
En la política forestal existen numerosas líneas de trabajo en las que resulta imprescindible poner el máximo empeño y eficacia antes de que se produzca la desastrosa noticia de los incendios. Es necesario llevar a cabo una adecuada planificación de las masas forestales, el aumento de la biodiversidad, la conservación del patrimonio natural, la protección de zonas y especies emblemáticas. Es necesario llevar a cabo acciones de repoblación, de saneamiento, de entresaca. Hay que concienciar e implicar a la ciudadanía, propietarios de fincas, cazadores, turistas...
Desde la Fundación Savia, consideramos que lo imprescindible es trabajar en la prevención de incendios más que en la extinción de los mismos. Es una tarea colosal entendemos, y es por ello que debe dedicarse a ello el máximo de recurso públicos posibles, pero también pensamos que es una tarea que no puede acometerse con éxito si se realiza exclusivamente por la Administración Pública.
La sociedad civil en Andalucía ha tenido una participación muy activa en temas de protección ambiental, siempre que ha tenido la complicidad, apoyo y colaboración de las Administraciones Públicas.Esta colaboración se ha ido perdiendo progresivamente en materia forestal, y con ella, gran parte de la eficacia en la prevención y extinción de incendios,junto a ello, también ha disminuido la motivación de participación ciudadana en la protección del monte, ocasionada en nuestra opinión por no encontrar la forma de ser participe de la gestión forestal.
Los andaluces y andaluzas han demostrado siempre tener un fortísimo compromiso con su territorio y la conservación del mismo. Ha sido la Administración Pública con su centralización, exclusividad y burocracia la que ha dormido la motivación o rechazado la ayuda y colaboración desinteresada de personas individuales y entidades civiles y conservacionistas, institucionalizando cualquier vía de acceso a las políticas forestales.
Mientras todo esto se produce, la seca acaba con la dehesa, las sequías merman la masa forestal, miles de hectáreas carece de manejo adecuado y en demasiadas ocasiones, el monte arde, Andalucía y sus masas forestales necesitan acciones claras, precisas e inclusivas que permitan dar un vuelco al progresivo y continuo deterioro de nuestro monte. En ello, el papel y participación de los ganaderos extensivos, los propietarios de fincas privadas, apicultores, entidades conservacionistas, ciudadanos concienciados resulta imprescindible.
