El principal problema del sector primario es la falta de rentabilidad. Las más importantes medidas administrativas se están tomando en los últimos tiempos sólo están consiguiendo hundir cada día más a este sector económico. El ganadero y el agricultor local y tradicional luchan contra el déficit estructural en la gestión del mantenimiento y la conservación medioambiental.
Existen, hoy día, cultivos que quedan fuera de las ayudas de la Política Agraria Común, y, paralelamente, están asociados a los altos costes de producción y la escasa rentabilidad de los mismos.
Las Ayudas de la PAC están destinadas aprimar ciertos tipos específicos de actividades agrarias que sean especialmente importantes por motivos económicos, sociales y medioambientales.
En España, existen muchos productores que se consideran damnificados, sin priorizar justa y equitativamente el reparto de las ayudas.