La trashumancia sigue siendo una práctica en la ganadería española de gran interés para poder aprovechar la producción natural de pastos que se produce en distintas épocas dependiendo dela altitud y de la latitud de los pastos. En muchas zonas la vegetación natural no puede alimentar adecuadamente a los rebaños durante todo el año y estos han de moverse de unas zonas a otras en busca de alimento. La trashumancia es el paso del ganado y sus pastores de las dehesas de verano a las de invierno, o viceversa. En España este movimiento de ganado se realiza mediante un sistema de caminos que reciben el nombre de vías pecuarias, o veredas.
El ganado utiliza los pastos de los montes públicos de mayo a octubre. Suben a finales de mayo, en función de la climatología y de la disponibilidad de pastos. A finales de agosto bajan las ovejas que van a parir a las naves de cría y a finales de octubre bajan todas las ovejas a otros pastos.
Hoy, se pueden transportar los animales en camiones, pero el coste de este transporte resulta prohibitivo para muchos ganaderos con una rentabilidad tan baja en sus explotaciones, por lo que siguen haciendo la ruta a pie como han hecho durante siglos. Disponen de algunos medios que no tenían antes, como los teléfonos móviles, que les mantienen en contacto con sus familiar y vehículos que facilitan el transporte de las vituallas y de alguna oveja que no puede seguir. Pero en esencial el sistemasi gue igual, el camino se hace a pie y gran parte del año el pasto ha de esta fuera de su casa. Rebaño y vida familiar adaptada a la climatología y a la producción de pastos.
Nos preguntamos si esta práctica es sostenible hoy en día, si puede perdurar. Y no nos interesa solo la economía del rebaño, sino especialmente el aspecto humano, porque nuestro campo se sigue despoblando y la cabaña ovina de España se ha reducido notablemente en los últimos años.
